ESCOCIA

Este ha sido nuestro primer viaje al extranjero, y lo cierto es que no podíamos haber elegido sitio mejor, unos paisajes preciosos, se respira tranquilidad en la mayor parte del país y el trato personal, toda una maravilla.

Cuando decidimos ir a Escocia, a parte de disfrutar del viaje, nos pusimos como meta ver el Lago Ness y un faro que había visto en fotos, en la isla de Skye, el de Neist Point, aunque al final te das cuenta que como decía Machado…

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Lo que quiero decir, es que muchas veces lo mejor es echarse a caminar e ir viendo lo que surge. De esta forma nos encontramos con una de las cosas de más grato recuerdo de nuestro viaje, un mercadillo en Edimburgo, donde la gente lleva los productos de las Farm, mucho producto cogido de la tierra, allí te podías ver a uno vendiendo champiñones al tiempo q explicaba como cocinarlos, o unas papas chips, pero cortadas y fritas al momento, con los ingredientes q uno mismo elegía.

Nosotros elegimos ir por nuestra cuenta, alquilamos un coche (automático) y cogimos el alojamiento a través de www.booking.com, todo un acierto.

Visitamos muchos lugares, algunos típicos como el Lago Ness y otros que rara vez salen en las guías, pero que suelen estar mucho mejor que lo oficialmente “turístico”, así vimos cascadas, montes, playas de nombres que posiblemente no recuerde ni vaya a encontrar en una guía, pero que la retina y nuestros objetivos se quedaron con ellas.

Los escoceses, la verdad que por lo que nos tocó a nosotros, son gente tremendamente amables y muy cordiales en el trato, orgullosos de su tierra y costumbres, nadie se extraña de ver a los hombres con el atuendo tradicional.

Lo dicho, un viaje totalmente recomendable, y muy acto para ir en familia con niños, por lo que pudimos ver.