Uno el fotógrafo, Celestino, buenas fotos y buenos videos. Y el otro Antonio, el escalador, no se aburre uno con sus historias.














Este fue un buen momento del pateo, en mitad de ninguna parte, sentado con los amigos de siempre, echando unas risas y olvidando un pizco los problemas del día a día, a veces hay que pararse a vivir y dejar de sobrevivir.
































